sábado, 4 de junio de 2011

Lluvia y frío

 




Tuvo ganas de agarrar el despertador y tirarlo contra la pared, pero se contuvo. Dando un gran bostezo se sentó. No sabía por qué seguía durmiendo del mismo lado de la cama. Hacía ya varios meses  que él se había ido. Se vistió y prendió la radio. Él le había dicho que dejara el trabajo, que con lo que ganaba sería suficiente para los dos. El pronóstico anunciaba lluvias y descenso de temperatura. "¡La puta madre! ¡Más frío todavía!" dijo en voz alta. Ese día no podría vender en la esquina del boulevar los panes que hacía Doña Clelia. No había conseguido otra changa mejor. Por culpa de la lluvia, tendría que ir a la terminal de ómnibus para no tomar tanto frío y pedirle dinero a la gente. A veces tenía suerte y con lo que juntaba podía comprarse algo para comer. Apagó la radio. Hacia más de tres meses que no le alcanzaba para pagar el alquiler. Muy pronto la desalojarían. Un fuerte trueno anunció la llegada de la lluvia. Miró cómo las primeras gotas corrían por los vidrios de la ventana. Sólo tenía una razón para seguir viviendo. Se miró en el espejo. Las lágrimas se deslizaban por su rostro. Sintió los movimientos del bebé en su vientre. Buscó algo con qué protegerse de la lluvia y salió a la calle.

9 comentarios:

Antony Sampayo dijo...

Un buen cuento, Nicole.El marido que abandona la mujer porque ésta se niega a dejar un trabajo a pesar que se encuentra embarazada.
Muy real.
Besos.

Unknown dijo...

Todo es cuestión de dar el primer paso ¿verdad Nicole?

A fin de cuentas la vida es la suma de cada cosa que vivimos y está en cada uno encontrar el motivo para seguir en este cuento.
Lindo relato.
Cuídate, luego nos leemos.

Nicole dijo...

Muchas gracias Antony y Pherro, me alegra que les haya gustado.
Besos para ambos.

María Beatriz dijo...

A veces en la vida cometemos equivocaciones que pagamos muy caro, pero siempre queda una chispa de esperanza!

Me gusto mucho tu entrada, tan real.
Saludos

Nicole dijo...

Maria Beatriz muchas gracias!

Besos

D. dijo...

Hola Nicole:

Todos nos equivocamos. Es normal.
Y pesar de todo, siempre se abre alguna puerta; siempre se encuentra una luz de esperanza y una solución.
Si el cuento es real, ánimo.

Saludos cordiales.
Daniel.

la MaLquEridA dijo...

Un bebe siempre es una buena motivación para seguir adelante.



Saludos.

Nicole dijo...

Muchas gracias Daniel!
A veces nuestras equivocaciones pueden costarnos muy caras.
Saludos

Nicole dijo...

Hola Malquerida:
La llegada de un bebé puede darle sentido a la vida.
Saludos